El pasado 30 de agosto cientos de miles de personas se reunieron por la marcha “Iluminemos México”. El motivo de la marcha fue manifestar de manera simbólica y pacífica la preocupación de los mexicanos por la inseguridad que se vive actualmente en el país.
La cita fue a las seis de la tarde, sin embargo algunos de los asistentes llegaron una hora antes con el afán de ser los primeros en marchar. El punto inicial del recorrido fue el Ángel de la Independencia, el cual se vistió de blanco, color que caracterizó la marcha en representación de paz. Miles de personas portaban en sus playeras diferentes leyendas como “Ya Basta” haciendo referencia a la falta de acciones del gobierno, así como fotografías de familiares secuestrados.
Poco a poco las personas fueron desplazándose hacia la explanada del Zócalo y aunque la lluvia acompañaba a los marchistas, no fue un impedimento para continuar. Conforme transcurría el recorrido personas de todas las edades y estatus social iban sumándose a los ya presentes.
Aunque en un principio la marcha se marcó como silenciosa, los asistentes gritaban los nombres de sus seres queridos desaparecidos, a la par de los gritos de los comerciantes promocionando sus mercancías, que iban desde camisetas, banderines y veladoras hasta tacos de canasta.
En punto de las ocho de la noche los participantes encendieron sus veladoras para recordar a las víctimas de la inseguridad en México. Momentos después se entonó el Himno Nacional Mexicano como símbolo de unión nacional. Aunque las luces que iluminaban el Zócalo Capitalino formaron figuras independientes, al final crearon una sola luz: La Luz de la Paz en México.
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